2003. Un museo marítimo en la costa este de los Estados Unidos.
—¡Y así, el Advena Avis finalmente levó sus anclas! ¡Llevando a científicos que huían de la persecución en Europa, este barco debería ser reconocido legítimamente como uno de los grandes héroes de la historia, trayendo consigo las semillas del conocimiento y la razón al Nuevo Mundo!
Los turistas parados frente al emocionado conservador dirigieron su atención hacia el anticuado barco expuesto en el museo, con una amplia variedad de expresiones claras en sus rostros.
—Habiendo completado su rol, el barco se quedó reposando a las orillas del mar, y ha sido conservado en este estado según los deseos de los científicos a bordo. Debido a que pretendemos una conservación tan auténtica como sea posible, hemos dejado intacto el daño causado por los moluscos y otros similares. Puede que esta embarcación ya no se encuentre en condiciones para navegar, pero como un recurso académico, es una invaluable pieza de datos, capaz de funcionar ahora como un mapa para los investigadores que navegan por los mares de la historia…
Un muchacho joven contemplaba la nave con una complicada expresión en su rostro.
Cuando el conservador finalmente terminó su explicación, preguntó si alguien tenía alguna pregunta. El muchacho levantó su mano inmediatamente.
—Eh, disculpe. ¿Existe alguna nota que haya sobrevivido de las investigaciones de los alqui… digo, de los científicos que estaban a bordo de este barco?
—Oh, sí. Deben de estar en nuestros archivos.
—Me gustaría echarles un vistazo, si no hay problema con eso.
—…Lo siento mucho, pero esos documentos aún están siendo estudiados y no están disponibles para el público. Pero le preguntaré a alguien de los archivos más tarde, si puedes llenar un formulario de solicitud de visita oficial y hablar con él.
El muchacho aceptó en silencio la sugerencia del conservador, volviendo nuevamente su mirada hacia la exhibición más grande del museo, el Advena Avis.
El joven era un viajero.
No había cumplido con alguna tarea importante ni tenía la intención de hacer algo así.
Simplemente se había dejado llevar por algo hasta este lugar tan lejos de su ciudad natal en Italia.
Ese «algo» eran las acciones de uno de sus ancestros en un pasado distante y el impacto de los incidentes que ocurrieron siglos atrás, aún sacudiendo el mundo del presente.
* * *
—Disculpe por la espera. Estos documentos están restringidos, por lo que tomó un poco de esfuerzo autorizarlos —dijo el administrador del archivo, cargando montones de papel pergamino.
Al principio, se había negado rotundamente a revelar los contenidos de las notas, diciendo que aún estaban siendo estudiadas. Pero cuando miró el nombre del viajero, repentinamente cambió de tono.
—Disculpe si me equivoco, pero ¿no es usted, por casualidad, pariente de Jean-Pierre Accardo?
El nombre mencionado por el administrador era bastante familiar para el muchacho, casi hasta el punto de disgusto.
Era el nombre de su antepasado, un poeta originario de la península itálica que lo había guiado en este viaje con el que ahora se había quedado endeudado.
Por supuesto, habían pasado siglos desde que este poeta, también conocido como dramaturgo, había dejado este mundo. Pero sus largas confesiones y su arrepentimiento, detallados en una enorme pila de papel pergamino, habían alterado ligeramente el curso de la vida de su descendiente.
—De hecho, hemos enviado investigadores hacia Lotto Valentino en el pasado, pero nunca hemos podido reunir mucha información sobre el Advena Avis —dijo el administrador, hojeando las notas—. Hemos mantenido esta información en secreto porque estos documentos fácilmente podrían poner a Lotto Valentino bajo un gran escrutinio no deseado por parte del mundo. Tal es la magnitud de la información registrada aquí.
Junto con mapas marinos, un sextante y una brújula, habían descubierto un libro. Parecía ser algún tipo de diario, con cada página totalmente llena.
El administrador del archivo abrió el libro en una página en particular y llamó la atención del muchacho hacia su contenido.
—Creemos que este libro contiene los registros de uno de los tripulantes, los cuales empezaron algún tiempo antes de que el barco mismo hubiera zarpado. Pero me temo que hay algunas… particularidades en ciertas partes del diario que nos hacen difícil entender lo que significa. Al principio, creímos que era simplemente un cuaderno de viaje, pero las páginas de este libro fueron hechas con papel costoso, en lugar de las páginas hechas en tela que eran más comunes en la época. Solo por el prólogo, parece ser algún tipo de informe.
El administrador respiró hondo y continuó.
—…Pero a mitad de camino, el autor empieza a hablar de inmortales, demonios y cosas por el estilo. Parece que estas personas realmente no eran científicos sino alquimistas. Hemos escuchado que incluso alquimistas en tiempos relativamente modernos practicaron formas de exorcismo, por lo que la mención de estas palabras en sí no nos molesta. Pero…
—¿Por casualidad dicen que han descubierto algún elixir de la inmortalidad o que ellos mismos se han vuelto inmortales?
El administrador se quedó anonadado.
—¿Entonces sabe algo? ¡¿Tal vez algún tipo de registro dejado por su antepasado?!
En lugar de responder a la emocionada pregunta del administrador, el joven le respondió con otra pregunta.
—¿Por qué piensa eso…?
—Oh, disculpe. Supongo que debería haberme explicado. Por favor, échele un vistazo a esto.
El hombre señaló cierto lugar en medio del libro. El joven miró la frase y se quedó sin aliento.
[Jean-Pierre Accardo]
Era sin duda alguna el nombre de su antepasado, escrito claramente. Aunque no leyó el resto de la oración, la mención de ese nombre solo podría significar que su ancestro estaba involucrado de algún modo con estos documentos.
—El señor Accardo pareció no haber abordado el Advena Avis, pero parece ser que algunos de sus conocidos eran parte de la tripulación. Aunque no tenemos idea de cómo estaban relacionados. Lo hemos confirmado al comparar los registros de los otros en el barco.
—¿Otros diarios…?
«¿Por qué dejarían registros como esos en el barco?».
Al notar la curiosidad del muchacho, el administrador se aclaró la garganta y habló solemnemente.
—Sí. Parece ser que el viaje de Italia hacia el Nuevo Mundo no fue tan tranquilo como lo hubieran deseado. En el camino, una de las personas a bordo cometió un asesinato.
—¿Asesinato?
—Sí, pero nuestra información está terriblemente incompleta. Lo siento otra vez por lo de antes; sólo estábamos emocionados ante la posibilidad de aprender más del descendiente de alguien conectado con este barco.
Con esa disculpa, el administrador finalmente le ofreció una explicación apropiada al muchacho acerca del Advena Avis.
—Este fue un viaje muy inusual. No había tripulantes oficiales; el Advena Avis fue navegado a través del Atlántico por los mismos alquimistas.
—¿Sin tripulación? ¿Es posible eso? —preguntó el joven. El administrador asintió.
—Parece que entre algunos de los alquimistas había quienes eran expertos en navegación y marinería. Pero en cualquier caso, fue un viaje bastante peculiar. El Advena Avis originalmente pertenecía a la familia Boroñal, que gobernaba a Lotto Valentino por aquella época, y fue donado a una de las escuelas de alquimia en la ciudad.
—¿Cómo pensaron que se las arreglarían esos alquimistas sin una tripulación?
—Aunque muchos creen que se fueron solos con el propósito expreso de mantener su investigación en secreto, la verdad es que simplemente no tuvieron tiempo para contratar tripulación.
—¿Cómo…?
—De acuerdo con los registros, zarparon casi a modo de fuga —dijo claramente el administrador. El joven tragó saliva.
—¿De qué estaban escapando?
—Bueno, eso sería una historia muy larga. No puedo decir que sé todo lo que hay que saber acerca de este incidente, pero…
El tono del administrador se mantuvo tan compuesto como siempre, provocándole incluso más ansiedad al muchacho.
—Parece que estaban huyendo de la ciudad misma, la ciudad de Lotto Valentino.
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de los que tienen el poder